Tatuaje de ensueño

Os dejo con el mejor tatuaje en el mundo, desde hace mucho tenía ganas de tatuarme la polla con la cara de un cíclope o algo por el estilo, pero al ver esta obra maestra ya sé que quiero de navidad, ¡¡¡hostia!!!

La fuente lactosa

¿Qué pasa gilipollas? Acá Torrente reportandose después de años sin publicar en este chinga'o blog. Andaba yo merodeando la infinita base de datos de pornografia que es la internet cuando de pronto me encuentro este video curao de una asiatica que ostia!!! Ver para creer chavales, no tiene desperdicio, salpicad leche sin tocar las benditas tetas, y espereís al minuto 2, cuando esto parace una verdadera Fontana de Trevi. ¡¡¡Como mola!!!

Maniquí pudoroso

Nunca he sido fanático de las chicas Fashion Show, debido a que tienden a ser mujeres bulímico-anoréxicas, impresionantemente flacas, casi esqueléticas al grado que parecen perros parados en dos patas. Pero admiro que sin importar lo estúpida, diminuta o indiscreta que sea la prenda a modelar, la usan sin protestar al igual que lo haría un maniquí. Hace unos días fui a un Fashion Show que superó mis expectativas. En él, encontré hermosas y sobre todo voluptuosas mujeres, algunas usando únicamente lencería lo suficientemente pequeña y transparente como para no tener que usar la imaginación. Pese a las miradas que las desnudaron una y otra vez, esas hermosas chicas se pasearon con comodidad y soltura entre la audiencia. Sin embargo, en el momento en que comenzó la pasarela más de una cámara, sin discreción alguna y ante la incrédula mirada de las modelos, captó con lujuria sus pechos, piernas, nalgas, e incluso varios upskirts. Fue tan hermoso ver a más de una de esas maniquíes de carne y hueso sonrojarse. En días como ese doy gracias a todas aquellas nenas pudorosas que ocultan su sexy ombligo, a las que se tapan el pecho cuando se agachan, a quienes al usar falda tapan su entrepierna mientras se sientan, y a aquellas que sienten vergüenza al hacer el amor con la luz encendida. Sin su actitud reservada, los upskirts no serian tan deliciosos, el voyeurismo no sería tan divertido, y más importante aun… mi morbo no existiría.

Cheff delicatessen

Ahora os voy a relatar una de mis tantas calenturas de antaño...

Acababa su servidor de llegar de provincia a la ciudad capital para empezar los estudios superiores y me hospedé en un hostal para estudiantes, en aquel mencionado sitio se alojaban al rededor de 8 universitarios, todos aficionados al vino y la pornografía.

En este recinto solo habitábamos los escolapios y una cocinera de aproximadamente unos 40 años que servía los alimentos a los chavales en los horarios gastronómicos de costumbre. Era divorciada, delgada, pelo largo negro y tenía unas piernas que llegaban al cielo, desde el primer momento en que la vi mi pija no dudó en ponerse erguida, dura, lista para la cogida, siempre fantaseando con el trasero de esta servidora de la cocina.

Pasaron meses antes de empezar el cortejo con esta mujer madura de encanto, hasta que en la noche de mi cumpleaños después de haber ingerido unos tragos de alcohol me atreví a plantearle mis más oscuros deseos, recuerdo haberle dicho algo similar a esto:

"Desde que te vi no dejo de pensar en como disfrutaría si vosotros tuviésemos la oportunidad de fornicar tía, no seas guarra y dame un beso..."

Ni tarda ni perezosa nos prendimos en un cachondo beso y nos perdimos entre las sombras, me llevó a su habitación, en donde de entrada me chupó toda la polla, desde el tallo hasta la cabeza, una y otra vez succionaba con su boca bien entrenada, mientras yo jugueteaba con sus senos dentro de su blusa, frenéticamente desabroché la falda y le dejé ir el primer pitonazo, se colgó de mi cuello con sus brazos y me empezó a jinetear, toda la noche fue una posición tras otra, derroche de calentura y fluidos sexuales.

Repetimos la sesión más de una docena de veces, cada que yo me sentía cachondo solo esperaba a que la casa estuviera en total quietud, me acercaba a su puerta y daba tres rítmicos toquidos, ella abría y estaba dispuesta a darme uno de los sexos más ricos de mi vida adolescente.

Tiempo después, otros 2 huéspedes me confesarían haber tenido sexo con la cheff, revelaciones que terminaron por matar el deseo sexual hacía ella, desde entonces su té de amor nunca me supo igual...

Atracción sueca

Millones de parejas en el mundo realizan juegos eróticos. Hay quienes interpretan roles de estereotipos clásicos e incluso llegan a usar disfraces de enfermera, policía, colegiala, etc. Uno de mis favoritos es atarla a la cama o dejarme amarrar (también hay que dejarse maltratar de vez en cuando). Lo mejor de todo es que no requiere de mucha preparación y es muy fácil de improvisar (casi con cualquier cosa puedes sujetarla a la cama).

Si el mood de ella es tierno, trato de tener la habitación iluminada solamente con velas, y me aseguro de amarrarla con suavidad. Para finalmente disfrutar del juego de una forma erótica, lenta... metiéndosela muy despacio y profundo. Sin embargo, hay una que otra guarrilla a la que les gusta el juego un poco más rudo, en esos casos a mi me gusta darle un poco de sabor extra, y meter un poco de rol playing. Así que juego a ser un secuestrador (oh yeah, hardcore baby) y ella sin más remedio es victima de mi pasión. No olvidemos que un par de nalgadas (para demostrar quien manda), y una seria dosis de pasión animal son básicas.

A morder la almohada reina...

¿Quién sabe...? Tal vez mi destino sea secuestrar a alguien en verdad, y si tengo suerte mi victima podría sufrir del síndrome de Estocolmo. Y vivir felizmente atada por siempre...