Atracción sueca

Millones de parejas en el mundo realizan juegos eróticos. Hay quienes interpretan roles de estereotipos clásicos e incluso llegan a usar disfraces de enfermera, policía, colegiala, etc. Uno de mis favoritos es atarla a la cama o dejarme amarrar (también hay que dejarse maltratar de vez en cuando). Lo mejor de todo es que no requiere de mucha preparación y es muy fácil de improvisar (casi con cualquier cosa puedes sujetarla a la cama).

Si el mood de ella es tierno, trato de tener la habitación iluminada solamente con velas, y me aseguro de amarrarla con suavidad. Para finalmente disfrutar del juego de una forma erótica, lenta... metiéndosela muy despacio y profundo. Sin embargo, hay una que otra guarrilla a la que les gusta el juego un poco más rudo, en esos casos a mi me gusta darle un poco de sabor extra, y meter un poco de rol playing. Así que juego a ser un secuestrador (oh yeah, hardcore baby) y ella sin más remedio es victima de mi pasión. No olvidemos que un par de nalgadas (para demostrar quien manda), y una seria dosis de pasión animal son básicas.

A morder la almohada reina...

¿Quién sabe...? Tal vez mi destino sea secuestrar a alguien en verdad, y si tengo suerte mi victima podría sufrir del síndrome de Estocolmo. Y vivir felizmente atada por siempre...